En animación y música, todo es excelente, como se esperarÃa de Kyoto Animation.
Sin embargo, el desarrollo de personajes y la trama sigue siendo su punto débil. La incertidumbre del protagonista sobre su futuro vuelve a ser un eje de atención, pero eso ya sucedió y supuestamente se resolvió en la segunda y tercera temporada.
Se suman personajes que intentan ser importantes y la única manera absurda de justificar su presencia son flashbacks de momentos que nunca existieron, nunca nadie habló de ello, pero de pronto son muy especiales que todos lo recuerdan.
Y para el colmo, el protagonista y su coestelar vuelven a tener conflictos de intereses, mas eso ya lo vimos en la primera y segunda temporada, ellos mismos hicieron las paces y supuestamente, de nuevo, su amistad ya estaba restaurada y nada de lo que ocurrió antes los iba a volver a lastimar. Y ahora, esa herida se abre con tanta facilidad que pareciera que Nanase y Matsuoka nunca se perdonaron realmente.
No olvidemos que Free! más que natación y reencuentros de la vida, es amistad; esta los juntó, los mantiene unidos y los puede reconciliar. La amistad entre todos es lo que realmente los hace más fuertes para alcanzar sus sueños.