Una pelÃcula brutal y sin conseciones. Aquà no hay cantos de triunfo, ni batallas gloriosas. Esto es solo la locura y la barbaries crudas y sin clichés. El absurdo y la crueldad en un aquelarre de escenas tan despiadadas y dolorosas que nuestra mente intenta en vano sumergirlas en una probable pesadilla. La actuación del niño es impresionante como pocas veces se ha visto. El tÃtulo es casi como una sugerencia siniestra para todos nosotros: Ven y mira