De las 3 historias, la de Adú es la única que merece la pena. Su batalla con todo lo que ha pasado y haber conocido a su amigo, me encanto como mostraron a Massar, aquel lazo emotivo de pertenencia que hicieron entre 2 niños con vivencias semejantes me agrado bastante y además que mostraran a Massar como un hermano mayor, amigo y defensor de Adú. De las demás historias no tengo mucho que contar, sobra mencionar que permanecen del todo innecesarias allí. El activista sobra y cansa bastante pues no viene a contar nada ni él ni su hija, que pasa por África y se comporta como si estuviera en Ibiza o en cualquier carnaval de barranquilla, el hecho de que ella respire más inconvenientes, falta de empatía e ignorancia que oxígeno, me irritaba bastante. Y la de los guardias una realidad en la que apenas profundizan y que finalmente quedo bastante incompleto. Aún me queda el sin sabor de que no vincularan las 3 historias alguna vez, siento que de esta forma todo hubiera cobrado un poco bastante más de sentido y no se hubiera observado como un relleno más. Le doy un 8.5/10