Enrique Sepúlveda Salas

Una comedia deliciosa y divertida, con algunas sobreactuaciones pero son irrelevantes además uno podría buscar paralelos entre el director y su propia vida personal

Buena y eso es suficiente. Para quienes la interpretan enfatizando una posible critica social, les diría que probablemente su director haría lo mismo que Picasso cuando le preguntaban por lo que quiso decir en alguna de sus obras, amenazarlos con una escopeta. Es increíble la liviandad de juicio de algunos "especialistas" invitando a ver esta película haciendo especial hincapié en la metáfora del olor . Francamente algunas cosas tienen un registro solo en la literalidad y este es el caso. El olor no es a Pobre. Eso no existe. solo es olor a mugre,a desaseo, a falta de agüita y jabón. Solo eso y no le crean a quienes ven en esa expresión fílmica una genialidad de la dirección. La condescendencia no resuelve nada, nunca.