Un deleite musical. Seas o no amante de los estilos musicales, conozcas o no a las bandas y las canciones, el libro logra atraparte. Percibir y, en última estancia, abrazar las emociones que la música despiertan en su protagonista y acompañarle en esta loca odisea con un final cuanto menos inesperado. No puedo esperar a probar la receta de Jambalaya.