Sin exagerar, de las pelÃculas más sublimes que he visto y veré en mi vida.
En esta secuela de Monsters nos encontramos con la misma base narrativa alienÃgena, unida a una premisa puramente bélica en la que, a diferencia con la primera, la acción toma todo el protagonismo durante la mayor parte de la cinta, en una filmografÃa frenética con un estilo visual idéntico a su sucesora y un reparto sublime, albergando en sus dos horas de duración una muestra perfecta de lo que en realidad es la guerra, las pérdidas humanas y la parte más emocional de los soldados que luchan en ella. El eco de crÃtica social/polÃtica se mantiene, algunas veces mediante los diálogos y otras mediante la simple imagen de lo que se nos muestra. Aquà nos invitan a reflexionar de nuevo sobre la pobreza, pero esta vez, se nos une la reflexión belicista, el sufrimiento de la pérdida, la muerte, la destrucción humana y la convivencia con nuestro entorno natural.
Me fascina de manera desmedida como manejan los sentimientos y situaciones que van ocurriendo, con música, escenografÃa y movimientos de cámara puramente perfectos que crean una especie de melodÃa visual de la cual me es imposible no enamorarme (De verdad que cada plano podrÃa ser perfectamente una fotografÃa). Y con esto consiguen, de la misma manera que en la primera, que les caracterice su brillante método de conseguir involucrarte en la historia y reflejar los sentimientos que sienten los protagonistas de manera puramente idéntica a cómo serÃa en la realidad, con unos personajes desarrollados en perfecta armonÃa con un pasado duro, una razón de ser clara y objetivos propios.
Se te puede hacer un poco lenta porque deja de lado la narrativa tÃpica de presentación-desarrollo-solución, para manejar una narrativa bélica realista, simplemente reflejando la realidad tal y como serÃa. Al igual que en la guerra no hay tiempos claros, ni un solo problema a resolver, en esta pelÃcula consiguen albergar de manera tan perfecta el conflicto bélico en el que se encuentran gracias a esta forma de manejar el guión.
Los visuales y escenografÃas se mantienen igual de sorprendentes y sublimes, incluso yo dirÃa que se mejoran muchÃsimo gracias que al entorno geográfico.
Todo en conjunto, lo que consigue es una puñetera obra maestra, y asà lo digo, porque lo que tienen de especial estos filmes no es lo que cuenta como tal, sino cómo lo cuenta, lo que consigue captar con la cámara, lo arrolladora que es, lo que consigue moverte dentro con un guión de pocas palabras y una filmografÃa sublime, y la metáfora que mantiene detrás. Esa es la clave.
El cine vale para esto, captar la vida tal y cómo es, e influir en el mundo positivamente... Y lo mejor de estos dos filmes, es que lo consiguen con creces. No puedo pedir más, maravilloso.
Han vuelto a conseguir una pelÃcula que es una completa oda a la vida. Una experiencia fascinante.