El Diario es una apretada sucesión de emociones, encuentros intensos con la realidad de la lucha por la independencia de Cuba que narra Martí en su poética manera de hacer periodismo. El choque con los fusilados por robar a los campesinos es muy intenso: tanto que el Apóstol intercede por sus vidas, aunque la rigurosa y justa sentencia se cumple. Es un choque con la guerra real y sus consecuencias. Además, en el Diario hay que leer con detenimiento lo que se escribe y no se dice, porque detrás de párrafo literario, la descripción de la llegada de Antonio Maceo al campamento de La Mejorana, por ejemplo, hay toda una reflexión política. Las cuatro páginas que faltan en el Diario, se asume que fue el Generalísimo Máximo Gómez Báez quien las arrancó para evitar males mayores en el futuro. No obstante, la falta de ellas,- para el lector atento-, no es imprescindible para comprender el dilema martiano: republica democrática o gobierno militar, una vez lograda la independencia de la Isla. Creo que, históricamente, la muerte de Martí y de Maceo los salvó de la Intervención de los EE.UU. y lo que significó para los cubanos después de casi medio siglo de lucha por la independencia. Es una obra de obligado cumplimiento leer y reflexionar sobre lo que no está escrito. R.