Es una pelÃcula que intenta ser una reflexión Ãntima sobre la sociedad y la visión del mundo, sin embargo, es un recorrido de la mirada egocéntrica y caprichosa de un niño inmamable. La verdad es muy complicado transitar a través de la hora y cuarenta minutos sin odiar al escuincle berrinchudo, sin mencionar el pretensioso blanco y negro que desde mi punto de vista no aporta nada a la narrativa de la pelÃcula.