Es una novela excelente. Tiene un buen argumento, unido a que el pueblo y personajes están llenos de humanidad y muy bien descritos: El bar de Smiley su dueño y los parroquianos, Doc el dueño del periódico y el recuerdo de su novia fallecida, su infancia y sus amigos. El pueblo es Carmel City, que existe realmente y que por un tiempo, fue su alcalde Clint
Eastwood.