Una obra maestra, que retrata las relaciones humanas de la Inglaterra de los años 20. La evolución atraves de los años de personajes opuestos, que acaban entrelazando sus historias de una manera tierna y respetuosa sin perder cada uno su estatus social. Los actores maravillosos del primero al último, humor británico a raudales, diálogos inteligentes y sin desperdicio alguno, en definitiva, una de esas series que te entristece porque acaba y al mismo tiempo te deja esa sensación de haber visto algo fabuloso. Por cierto que paisaje, que castillos, que ambientación tan fantástica.
La volveré a ver pasado un tiempo porque seguro que descubro detalles que se me han escapado.