Dos libros que renovaron, de manera retrospectiva, las exploraciones poéticas de finales del siglo XX en México. Dentro del canon nacional, Deniz estableció una nueva actitud creativa para ingresar a la tradición poética: trabajo con el ritmo, ruptura con ciertas formas estróficas, una clara vocación lexicográfica en la búsqueda de las palabras precisas, semántica oscurecida que se resuelve en situaciones cómicas, perversas, perturbadoras, desconcertantes o, simplemente, insulsas. Verborragia en juegos de palabras, vocación analógica y construcción de universos contextuales donde otros se limitaban a repasar los tópicos ontológicos de cajón. La repercusión de la poética de Deniz se resiente a partir de los creadores que publican a finales de los años ochenta, en los poetas de los noventa y las promociones del siglo XXI, incluso hasta la actualidad. Una aventura intelectual no apta para gustos poéticos demasiado anclados en la poesía crepuscular del canon mexicano.