Lloré, lloré pensando en mi abuela, en mis padres que cada dÃa asoman sus canas y los huesos desgastados, lloré pensando en qué tipo de anciana seré y si estaré acompañada o si mi marido contemplará mi ausencia. Gracias por hacer que mis pensamientos se volvieran concientes de una realidad que nos pertenece a todos.