Lo lei hace muchos años, era muy joven. De alguna manera algo dejó en mi y me sirvió de mucha ayuda porque fue una expresión que utilicé para enseñar a mis hijas a decir no y de hecho lo aprendieron. De pronto quiero volver sobre el libro y revisar a mis 70 años, evaluarme a mà misma en qué nivel aproveché lo aprendido. La frase se convirtió para mi en una verdad absoluta y asà la he vivido.