Que este mamarracho absurdo, sin guión, sin actuaciones destacadas en lo que la palabra actuación refiere y con algunos guiños de muy buenas escenas de combate, sea la favorita al Oscar, realmente hace temblar mi pasión por el cine. En un año de reivindicación de la comedia como supieron demostrarlo Los espÃritus de la Isla o el Triángulo de la tristeza, en un año donde Kate Blanchet no podrÃa ni preocuparse por Michelle Yeoh, ocurre que una vez más la Academia denigra el más bello arte con fantochadas. Raro no es original. Tengo miedo de que el Óscar, en un mundo paralelo copiado del ya paupérrimo Marvel, lo reciban una banana y un panda. O las dos roquitas que saben correr despavoridas en esta deplorable pelÃcula. Vergüenza me dan los crÃticos. Este año no miro los Óscar, temo una vez más que en vez de una premiación a una pelÃcula que valga la pena, lo más divertido sea un cachetazo que nos despierte el aburrimiento.