Es una serie cargada de clichés y estereotipos muy evidentes: una joya arrojada al mar sin importar los esfuerzos para protegerla, el beso y el enamoramiento de dos extraños que apenas se conocen porque solo porque escuchaban la misma frecuencia, el malo es malo listo, sin motivaciones y sin matices, y el bueno es pulcramente bueno y ya. No hay desarrollo de personajes y de la mano de unas malas actuaciones, acompañaba de una música, en ocasiones invasiva y empalagosa, no generaba empatÃa ni conexión alguna, no se siente nunca que estén en peligro.
Es un tÃpico cuento de hadas en otro contexto.