Muchas pasan por la experiencia del aborto, las que van a la universidad, las que tienen pareja, las que el novio las dejó cuando se enteró del embarazo, las mujeres que tienen varios hijos o las que jamás fueron madre. Las que tienen una personalidad arrolladora y las tÃmidas, las que no lo pueden hablar, las que apenas pueden hablar de lo que les pasa, las que lo cuentan sin tantos prejuicios. Las que viven en el barrio más humilde hasta el de más categorÃa. La realidad es que es de público conocimiento, que muchas o unas y otras, suelen llegar solas. Pocas veces hay un familiar, una pareja o un amigo o amiga en el momento de la consulta y ejecución. No quieren comprometer a nadie, o no tienen a nadie que les dé una mano en esta situación, Sabemos que van con mucha desesperación y con angustia, con temor, la mayorÃa supongo que el estado emocional, interfiere en esa decisión que las marca de por vida y es algo que difÃcilmente, se entierre en la memoria, o deje de desenterrarse cada vez que algo lo recuerda, sabemos que duele y el dolor y el miedo empeora por estar haciendo algo ilegal. La salida creo que está en la educación y contención, programas de apoyo y agilizar los trámites de adopción. Que suerte que alguien se animó a explicar con claridad de lo que se trata en realidad el negocio del aborto.