¡Excelente serie! Va directo al grano de los problemas de los adolescentes, sin tapujos ni dobleces. Si hubiera, al menos, un profesor de filosofía en Colombia con las cualidades y características de Merlí, se empezaría a construir una sociedad seria, que reflexiona, no traga entero, perdona, habla, se comunica, no discrimina por ninguna razón y se asume así misma en sus defectos y trata de corregirlos con sensatez.
Cuánto hubiera querido que en mi camino se hubiera atravesado alguien como Merlí. Mis respetos y toda mi admiración porque no se arredra con nada y, a cambio, es un excelente ser humano, que ayuda a sus alumnos a encontrarse a sí mismos y a ser en este mundo y no a estar, viviendo el modelo gringo o cualquier otro modelo que siempre quieren hacer parecer válido.