MalÃsima.
DifÃcil salvar algo. La fotografÃa quizás, porque el montaje es algo cuestionable.
Del resto, todo a la basura:
La interpretación de los actores, de todos, es infumable.
En las dos tramas paralelas no existe ni uno solo que se salve de la quema. Triste.
Si Blanca Suarez lo hace mal, Guiomar Puerta lo hace peor. Y el elenco masculino es para olvidarse de todos sin excepción.
Mala dicción.
Fraseados poco creÃbles y poco o nada interiorizados.
Risas y llantos patéticos.
Momentos crÃticos en la trama que se vuelven irrisorios por lo insalvables.
Acentos que aparecen y desaparecen, de un andaluz fingido, muy mal fingido y nunca conseguido. Ni por asomo tiene el deje de Jerez y de los jerezanos. En ese aspecto, la pelÃcula roza el insulto.
Exceso de música. A veces dificulta la comprensión de los diálogos. Otras veces está fuera de contexto. Y casi todas intenta dar una intensidad y dramatismo de la que la escena carece.
Y no lo consigue, ofreciendo un resultado muy flojo e incómodo.
Abuso del dron, pilotajes inaceptables en un rodaje profesional consiguiéndose unas tomas muy muy muy malas.
No todo el mundo sabe pilotar un dron y no es aceptable usar automatizaciones y programas de seguimiento. El resultado lo delata y queda fatal.
Errores de base: andamios impropios de la época, los coches, las luces, las ropas... (¡¡la llanta!!!)
Uno espera con ilusión que la cosa acabe, y se hace laaaargo laaaargo.
El film es un intento burdo de mediocridad hecho por aficionados de muy poco nivel amparados en el nombre y el renombre de algunos, que no están, ni de lejos, a la altura. No llega ni a mediocre.
Digno de ver, para poder no entender el despilfarro de algunas productoras en ofrecer productos malos malÃsimos.
A ver con qué nos sorprenden la próxima vez