Jaqueline Juarez

Uno de los temas que más ha abordado de manera notable el director japonés, Hirokazu Kore-eda, es el de la familia. Y una vez más queda de manifiesto en esta hermosa película. Su belleza está en mostrarnos situaciones que se viven día a día en familia, en vez de centrarse en dramas que impliquen complejizar el guion (como probablemente lo haría una película americana), y es por eso que es tan especial esta película. Totalmente recomendada, incluso aquellos que sean adeptos a otros géneros no les dejará indiferentes.

Al hablar de filmes del afamado Studio Ghibli que han pasado desapercibidos o bien, no son tan recordados hoy en día, es imposible no mencionar el largometraje "Puedo escuchar el mar", el cual sirvió como "experimento" para poner a prueba jóvenes promesas de la animación de dicho estudio. Lo anterior contribuyó en parte a que la película se aleje de ciertos estándares, sin embargo, es ahí en donde está lo bueno del filme, conforme avanza nos percatamos que no es necesariamente del género romántico. Además, nos muestra personajes y situaciones que no pueden estar más cercanos a la realidad. En general, es una película que vale la pena ver, muy probablemente más de uno recuerde aquellos "amores" de preparatoria que por diversas circunstancias no fueron.