A pesar de que cada acto de la pelÃcula puede apreciarse como "lento", la realidad es que los directores Severin Fiala y Veronika Franz, deciden hacer contemplativo el terror que quieren transmitir, y lo hacen de manera maravillosa, demostrando que el estilo y el carácter de su opera prima "Buenas noches mamá" puede ser utilizado en otros contextos y otras locaciones. Fantástica fotografÃa y un buen guion que a pesar de lo longevo que se hace en algunas escenas con tomas largas, desborda solidez y brutalidad en los momentos puntuales en los que tiene que hacerlo; corona con un final sutilmente cruel que genera, momentos después de visualizarla, una sensación agria y sombrÃa.