Un documental sensacionalista, demasiado sesgado y emplea como referencia a influencers (youtubers, etc) conspiranoicos como fuente secundaria confiable, te causará gracia como esta gente "influencer" presentan pruebas sólidas del "asesinato" de Elisa Lam por el hecho de que en pruebas de detección de anticuerpos en un brote "eventual" de TBC se usó una prueba LAM-ELISA. Definitivamente no es un documental para pensar, pero si te gusta contenido ultraligero, flipas con YouTubers y "esas cosas", este es tu tipo de contenido.