Es una maravilla que Disney esté apostando por normalizar las preferencias sexuales, la historia es bastante divertida, el perrito protagonista es adorable, la animación es diferente pero bastante artÃstica y estética, y el mensaje es lo mejor. Es hora de dejar de asustarse por lo que hay en el mundo, y comenzar a pensar que este tipo de cosas ayudarán a los niños a vivir una vida sin miedo, sean quien sean.