Aunque al inicio la técnica de falso documental y la forma de desarrollo puede resultar poco orgánica, después de segundo capitulo comienzas a encariñarte con los personajes, las actuaciones de todas las jóvenes promesas que aparecen en la serie a la par de su talento para el canto se destacan haciendo sentir nostalgia a la trilogÃa original de HSM, si ciertamente la forma de abordar el lado musical es muy distinto ya que las canciones no aparecen como parte de guion para expresar las emociones y contar la historia, la colocación de los números musicales como parte del proyecto teatral, audiciones, ensayos o presentaciones es muy acertada.
La conexión entre algunos personajes carece de quÃmica aunque se compensa con su interacción con otros, un ejemplo es que la relación de Nini y Ricky se siente acartonada, pero la quÃmica entre Gina y Ricky es muy prometedora, tierna y da una vibra tibia de una posible relación romántica, que de no llegar a darse en futuras temporadas también funcionaria como una amistad intima y muy fraternal.
Personajes como el de Ashlyn y Kourtney aportan un sentido artÃstico y poderoso. El toque cómico llega de manera esplendida con Miss Jenn. La temática del divorcio de los padres de Ricky fue bien abordada y lleva a empatizar con el protagonista, pero me gustarÃa que temas como el de la dualidad en la cotidianidad de Seb Matthew-Smith pues es parte de la representación LGBTI+ el cual provine de una familia de granjeros. Una buena serie para ver, hecha tal vez con un vista mas a que pueda ser vista hasta por generaciones que no han visto la las pelÃculas de HSM y para entretener y traer buenos recuerdos a los fans de las musicales pelÃculas que formaron y forman aun parte de la cultura pop.