Le sobran 30 minutos. Al guión le falta ocurrencia, demasiados lugares comunes. Imposible que las Emmas no brillen, pero la Thompson daba para más. Muy mezquino el director, que se habrá conformado con el cartel. Los vestuarios, la música, la fotografÃa y la escena donde la Stone sale del camión de basura para desplegar un vestido inimaginable salvan la pelÃcula. Poca paga para más de dos horas de atención..