Esta serie belga expone el dilema moral que se plantea frente a la decisión judicial de reinsertar a un asesino serial de niños, una vez cumplida su condena; sugiere que "el mal" (el crimen y la capacidad de cometerlo) no es ajeno a la misma sociedad que lo rechaza. Lo hace a buen ritmo narrativo, en el marco de la atmósfera propia del "polar" francés (policier noir), que pone en evidencia los claroscuros presentes en la socieda.