claudia poveda olivas

Los primeros 30-45 minutos del documental me sobran. Me sobra mucho contenido que se ha expuesto, información que, en mi opinión, los interesados en el documental no queríamos ver, como por ejemplo, vídeos y más vídeos de sin sentido de los padres, sobre todo del padre, y sin apenas contenido de Jan, entre otros, viendo el fútbol. Me ha faltado contenido de qué hace Jan, cómo aprende Jan, cómo se relaciona. Para los especialistas que conocemos el "mundo" del síndrome de Down creo que este documental no muestra la vida de un niño/a con esta diversidad. Ah, además de, en mi punto de vista, recalcar la importancia de los especialistas, atención temprana, que chapó, aparecen en el vídeo. ¿Qué no me ha gustado tampoco? llevar a Jan a un colegio de Educación Especial. Está claro que cada padre/madre/tutor es libre de hacer con el menor aquello que ellos consideren, pero no podemos hablar de atención a la diversidad, y no llevamos a nuestro hijo/a a un colegio ordinario, dónde puede aprender, crecer, divertirse... con otros niños y niñas con y sin diversidad. También me ha sobrado la sobreexposición que le hacéis desde bien pequeño, con apenas meses, exponerle a tanta presión de gente (hago referencia a los tantísimos vídeos de Navidades que habéis expuesto), barullo, brazos, besos... cuanto estamos tratando con un ser con Síndrome de Down. Me ha sobrado todo eso. En mi opinión, le habría dado la vuelta al guion de este documental y me habría centrado más en este Síndrome, que a día de hoy, puedes llegar a ser un adulto independiente. Muy bonita la parte en la que Jan aprende a andar, comer solo, decir "papá". Gracias.