Buenísima! rompe completamente con lo estereotipos coreanos (y hasta los latinos!) La protagonista fuerte e independiente, segura de sí misma totalmente diferente a la mayoría (que es justamente la premisa, sobre todo pensándolo en la cultura de Corea) . El personaje masculino protagónico me encantó cómo percibe a Mi-ran desde el principio, siempre a la altura sin ser condescendiente, respetando quien ella es... y podría seguirle, pero mejor véanlaaaaa! Una fuerte crítica a la sociedad, a los medios y a los fanáticos coreanos.
Eso sí, la recomiendo más para quienes ya conocen el otro lado de los cientos de doramas de princesas y princesos, porque este resultará más refrescante todavía.