THELMA & LOUISE...ESTÁN DE LUTO...
Como solo había visto la mitad de los episodios, mi crítica, inicialmente iba a comenzar así:
En los tiempos que corren con los movimientos feministas por todo el mundo, en contra de la violencia de género, denunciando la agresión sexual y el acoso sexual. Esta serie muestra en forma jocosa los vejámenes por los que atraviesan las prostitutas ¿De que la va? ¿Qué sentirán las mujeres al verla? ¿No sintieron que este drama tomado medio en sorna no aporta nada? Es más, diría que sentí vergüenza de mostrarlas, como objetos degradados.
Pero al finalizar, me di cuenta que era necesario ver completa la primera temporada y giré:
Entiendo que para analizar esta serie hay que separar LO ARTÍSTICO (la forma en como "Sky Rojo" aborda, muestra, todo lo inherente a la prostitución) de LO COYUNTURAL (millones de mujeres en el mundo denunciando la agresión sexual, el acoso sexual, y la trata. Reclamando por derechos y la equiparación con el hombre, luego de milenios de machismo). Para ello los primeros capítulos no ayudan para nada, no me extrañaría que muchas hayan abandonado la serie en esta primera parte, porque solo muestra a la mujer como un depósito de semen y otros fetiches.
Promediando la serie, Sky Rojo se va enderezando, comienzan a equipararse las fuerzas del bien contra el mal, en boca (si acá esbozas una sonrisa sos un boludo) y en las acciones de sus tres protagonistas, y aquí seguramente, se encolumnarán millones de mujeres haciendo fuerza, para que en su representación, hagan justicia contra los proxenetas.
No obstante Sky Rojo, no tiene aroma a denuncia, sinó más bien a una construcción marketinera del guión [“..mostramos todas estas atrocidades con humor negro, pero sepan que en realidad nuestras adalides son Wendy (Lali Espósito), Coral (Verónica Sánchez) y Gina (Yany Prado)..”].
No comprendo como una artista Lali Espósito, aceptó filmar esta serie siendo que como cantante tiene millones de seguidores entre 10 y 15 años, y una responsabilidad implícita. Sky Rojo es apta para mayores de 16 años, pero además fue creada para streaming, y está a un click del alcance de millones de niños.
Brilla, y tiene bien merecido el papel protagónico Asier Etxeandia (como Romeo. Raúl de la Riva en Velvet y Velvet Colección) relegando a un Miguel Ángel Silvestre (Moisés) que me parece que solo sabe hacer actuaciones de él mismo.
Acertada estrategia la de dosificar en episodios de 25’.
Si estás en situación de absorver el morbo y las vejaciones, la serie atrapa y entretiene.