Mailen Oneto

La serie de Amazon Prime sobre la tragedia de Cromañon me pareció una propuesta valiosa y profundamente conmovedora. En lugar de enfocarse en un enfoque documental —que ya ha sido abordado en múltiples ocasiones—, opta por una narrativa ficcional que muestra cómo la tragedia impactó en la vida cotidiana de personajes ficticios. Esta elección creativa permite explorar no solo el evento en sí, sino también las emociones, los vínculos y las historias humanas que lo rodean. Uno de los puntos más fuertes de la serie es el desarrollo de personajes. La forma en que se nos permite conocerlos, encariñarnos con ellos y sentir su cotidianidad hace que el momento de la masacre sea desgarrador y profundamente impactante. Las actuaciones, además, están a un nivel sobresaliente, logrando transmitir de manera genuina las emociones de cada situación y dotando a los personajes de una humanidad que te atrapa desde el inicio. También quiero destacar el impacto social de esta serie. Más allá de si a alguien le gusta o no, lo importante es que está generando conversación. Para quienes éramos muy chicos en 2004 o para las nuevas generaciones que ni siquiera habían nacido, esta producción permite reflexionar y generar conciencia sobre una tragedia que marcó a todo un país. Que se hable de ella, ya sea con críticas positivas o negativas, me parece un éxito rotundo, porque significa que el tema sigue vivo en la memoria colectiva y que seguimos aprendiendo de lo que ocurrió.

Mi película favorita, nunca me canso de verla