Es un clásico de la literatura, también de la filosofía, que muestra esa relación entre el hombre y la naturaleza. En ese sentido, se resalta la simbiosis hombre - naturaleza y se privilegia su esencia natural antes que ser social. En el fondo hay una crítica al hombre de la ciudad, a la sociedad de consumo, a una vida excesivamente objetiva que se sobrepone día a día a la subjetividad, a esa comunión hombre - naturaleza, a la belleza natural de los ríos, las lluvias, los aromas y los sonidos del bosque, el silencio mismo. Esta vivencia en Walden es la realización del hombre alcanzada al dejar la familia, las deudas, y constituirse en un verdadero caminante al trascender en el caminar (LEER CAMINAR), para descubrir, explorar y asombrarse de los detalles que la naturaleza le regala cada día.