Me ha encantado. Los personajes en especial el papel de Reddington interpretado por James Spader enamoran. Raymond es ùnico. Su forma de ser enigmà tica, segura pero capaz de sentir ternura y enseguida disimularla, hace difìcil juzgarlo. No provoca dejar de ver la serie. Aunque es larga, se espera con impaciencia el siguiente episodio. La recomiendo ampliamente.