No es un plagio, se compran los derechos de los guiones para reversionarlas y hacer las pelÃculas o series más atractivas y cercanas a la cultura que va dirigida. Un ejemplo claro es la pelicula Tres hombres y un biberón, cuya original es una pelÃcula francesa. Esos derechos incluyen la prohibición de hacer grandes modificaciones a los guiones, de ahà que sean prácticamente iguales. Hay muchos ejemplos: "Cuestión de altura", que tiene como cuatro versiones diferentes en Netflix.
Aunque casi siempre es mejor lo original.