Una pelÃcula que tiene al principio sus altibajos. Es muy triste ver lo que siente el niño, su esmero por mejorar, los malos resultados y sobre todo la incomprensión de los medios con los que se vincula: la familia, los compañeros de juego o de la escuela y los docentes. A partir del contacto con el maestro suplente empieza a cobrar seguridad y a desplegar su verdadero talento.
Es fundamental que sea vista por todos los educadores. Hay mucho por analizar acerca de nuestro rol y cómo procedemos frente a educandos atÃpicos. ¡Deja un excelente mensaje! Gracias por compartirla.