No comprendo por qué tenga tanta aceptación esta abigarrada y repetitiva pelÃcula, salvo pocos momentos interesantes y divertidos, es como estar viendo a un niño jugar mortal kombat durante dos horas y pico. Si de plasmar como puede entrelazarse la vida con los videojuegos en el multiverso se trata, puede ser que esté bien lograda. Para ello se valen de cientos de escenas burdas y se repiten hasta el cansancio. Comencé a verla con altas expectativas y terminé de verla casi por compromiso conmigo mismo.