Julián Cristóbal Osorio Niño

Y estamos frente a Karate Kid 4. Posiblemente la peor entrega de la serie. No lo digo por el cambio drástico en el protagonista principal, sino porque Julie, que se viene siendo el Daniel de esta entrega, no tiene carisma alguno. Es un personaje plano e irrespetuoso, ademas de no saber cuando cerrar la boca. Y no es que los demás personajes sean resaltables. El señor Miyagui pasa a ser el personaje con experiencia que solo esta ahí por ganarse el cariño de los fanáticos de la trilogía original, y el que se supone que es el principal antagonista, es solo un malcriado y machista que no tiene nada mejor que hacer que molestar a Julie. Hay muchos chistes a lo largo de la cinta, pero ninguno es destacable. Todos son absurdos y provocan vergüenza ajena, consiguiendo que el humor sea pobre y sin gracia en lo absoluto. Y ni hablemos de las escenas de pelea, si es que se les puede llamar así. En toda la cinta, Miyagui solo tiene una escena resaltable en la que pelea con unos gasolineros, y ni siquiera pelea, puesto que solo parece que esta sometiendo a unos muñecos de trapo, y Julie tampoco ofrece nada nuevo, puesto que de hecho no siquiera aprende a pelear en ningún momento. Quiza lo mas ofensivo de la película, es el hecho de que ni siquiera vemos verdadero karate en ningún momento. Al actor Pat Morita (Señor Miyagu) ya se le nota que esta cansado y sin energías, por lo que ya no puede pelear como lo hizo en las primeras entregas, y Julie ni siquiera aprende a pelear, sino mas bien a esquivar golpes. De hecho, esta es literalmente la única entrega en la que no hay nada relacionado con artes marciales. No hay técnicas trabajadas como las que Miyagui le enseño a Daniel, no hay metáforas a como las artes marciales son como la vida, ni tampoco personajes secundrios destacables que funcionen a la vez como un apoyo y una razón para que el protagonista pelee. Simplemente tenemos metáforas y enseñanzas inutiles por parte del señor Miyagui para que la protagonista sea mas respetuosa y tenga un crecimiento como persona, pero hasta en eso falla.