Describe la miseria y la pobreza de la época, en un contexto de derechos civiles y laborales prácticamente nulos.
Al mismo tiempo es una analogía de como la ignorancia, es decir el desconocimiento, contribuye a una especie de paz interior equiparada a la felicidad, pues el que poco sabe y dimensiona el mundo, poco se aflige por lo que pasa en él.