Amy Lee es una verdadera artista de esas que hacen falta cuando hay demasiada música basura que imponen los medios tradicionales.
Un álbum digno de Evanescence que a pesar de los años no pierden su originalidad, su esencia se mantiene intacta, prueba de que las bandas de los 2000's siguen mas vigentes que nunca, no murieron solo evolucionaron manteniendo eso que los distingue del resto, únicamente amor y lealtad a esta gran banda.
Muchas Felicidades Evanescence nunca nos abandonen.