El autor William Tyron, con todos mis respetos, necesita tratamiento psicológico o psiquiátrico para superar sus traumas sexuales, donde solo hay genitalidad, ni siquiera amor.
Llegué hasta la página 164 y decidí que no valía la pena seguir leyendo, a pesar de que no hay nada que decir del valor literario de la obra.
Pero considero que aunque un libro esté bien escrito si no aporta nada, sólo el literario, it is not worth reading.