Ayer vi La pelÃcula infinita en Mubi. Creo realmente que hasta el momento, no habÃa visto nunca algo que sea una traspolación tan intensa de (al menos mi) manera de soñar. Es hermosa y muy emocionante, y como inmigrante viviendo en España, he lagrimeado viendo a Rosario Bléfari en La Boca o frente a una vieja cabina de Entel. Hasta un retazo de la abandona Zama de SarquÃs, que de todas las crÃticas de Zama de Martel que leÃ, ninguna fue capaz de mencionar sino en El PaÃs de España.
La edición de sonido es apasionante, casi cruda y a la vez tan fiel de los mismos retazos encontrados en los despojos del cine argentino. La Argentina del collage, del retal y de las sobras de la que deberÃamos tener autoconciencia, es como una mirada alien de la misma Argentina vista desde adentro, retornando a la calidad qualisÃgnica propia de una pelÃcula que no por nada tiene la palabra "pelÃcula" en su tÃtulo.