Es entretenida pero el guión tiene muchos vacÃos e inconsistencias, es imposible no compararla con otras pelÃculas asiáticas anteriores con esa dinámica de juegos de vida o muerte, la mejor y por mucho: Batalla Royal (2000), de Kenji Fukasaku, un guión muy sencillo pero convincente y unas escenas de sangre y violencia espectaculares