Luisa Lassaque

Mi mejor plan para cualquier momento del día es ver un programa de decoración; y Vívala o véndala con Hilary Farr y David Visentin me encanta por tres motivos: a) el histrionismo de David; b) por la elegancia de Hilary, que se banca a pie firme que no se pueda tirar un tabique, o que le quiten fondos de un presupuesto ya asignado; c) los maravillosos diseños de Hilary, que jamás dejan de asombrarme por su elegancia, su practicidad, y porque tienen mil detalles que puedo copiar y aplicar en casa (salvando las distancias de presupuesto y metros cuadrados, claro está). Me entretienen y me alegran la vista con hogares hermosos y diseños inolvidables.

Me encantan los programas de interiorismo, arquitectura y refacciones. En este caso, me encanta además lo divertidos que son los dos protagonistas, Todd Talbot y la deliciosa Jillian Harris. Jillian siempre "baila con la más fea" porque tiene siempre presupuestos acotados y una lista larguísima de refacciones y arreglos, cuyo costo no siempre se llega a cubrir con el dinero asignado. Los diseños de Jillian son de los que más me gustan porque aunan practicidad y elegancia. Disfruto todos y cada uno de los programas de esta serie (en sus diversas temporadas), aunque los repitan una y otra vez. Algunos me los sé de memoria, pero los adoro igual.

Me encantan todos los programas de diseño, interiorismo y arquitectura. En este caso, "Vívala o véndala" reúne la belleza de las casas que se muestran con la distinción de Andrew Winter (el agente inmobiliario) y, sobre todo, la del prodigioso Neale Whittaker, el diseñador, dueño de un proverbial buen gusto, ideas precisas para remodelar, y un fino humor que, por ser ellos australianos, mucho tiene que ver con la ironía inglesa. Si te gustan los hogares, si te gusta Australia, si te gusta la estética, este programa es para vos. Lo disfruto cada vez que lo transmiten, aunque hay capítulos que me los sé de memoria. ¡¡¡Los adoro igual!!!