Doris Grimberg

La película es hermosa para todos los sentidos, La fotografía parece una galera de cuadros de la época, bellos, con sus luces, sombras y encuadres, como si colgaran de un muro, en un museo. La música bellísima y con el sonido envolvente de la viola da gamba. El tema y los sentimientos del amor a la música, la pasión, erotismo, hacen de esta película, una que trasciende en el tiempo y no envejece.

Me encanto la película. Una historia de amores de juventud, no cumplidos por las tradiciones férreas, en este Méjico de principios del siglo XX. Mezcladas con la gastronomía mejicana y realismo mágico. Hacen de esta produción un agrado.