Jugándolo casi 3 años después de su estreno en PS4, siendo un tÃtulo creado por un equipo pequeño y un estudio originalmente Indy, parecen haberse corregido la mayorÃa de bugs y problemas que tuvo en un inicio. Aún conserva algunos otros, como tiempos de carga largos (y una que otra pantalla de carga a media partida), mapa del escenario algo confuso, menús llamativos pero un poco torpes, combate bastante simple, sigilo no siempre de lo más preciso, IA no tan pulida, modelos de NPC’s muy repetitivos, asà como mucho crafteo innecesario y misiones de recadero que te hacen recorrer largas distancias. Dicho esto, el juego rebosa personalidad y sentido del humor. La historia, ambientación, protagonistas y todo lo relacionado al Joy enganchan desde el principio y te hacen sumergirte en su mundo y querer seguir jugando y saber más de lo que está pasando y qué lo causó. Y aunque por sus errores y limitaciones (que quizá pudieron solventarse con un poco más de tiempo en desarrollo) no sea para todos y represente un juego de 7 de 10, la verdad es más entretenido, con mayor corazón y mejor historia que muchos de los juegos de mundo abierto de esta generación, entre ellos un par de FarCry e inclusive algún Assassin’s Creed.