El libro, a pesar de ser descalificado por varios "expertos" o "cultos" en la investigación social, mantiene un formato agradable en las citas donde expone su punto de vista, y que orienta a la indagación de cada argumento establecido por los autores, sirviendo incluso de guía académica para comprobar que los movimientos feministas y LGBTIQ contienen un discurso político para el público que se identifica con estos movimientos. Además demuestra que existe una fácil tergiversación de términos donde las ciencias sociales y ciencias duras comparten puntos de vistas tanto similares como opuestos. Este libro no tiene una justificación para estar en contra de estos movimientos actuales, ya que socialmente ya se puede comprobar que actualmente se toma mucho en cuenta a las minorías para hacer política.