Era una serie fresca, ligera y entrañable. La personalidad de Kate Mulgrew ayudó a convertirla en una serie muy querida, aunque parece que la audiencia no justificó emitir más episodios. A la distancia podría parecer un programa de la holocubierta de la nave espacial Voyager, en la que la capitana Janeway se relaja de la rutina diaria.