La trama de la pelÃcula, aunque parezca simplista, va mucho más allá, porque no es de la temática del susto aterrador o de los rÃos y charcos de hemoglobina, sino de aquel que no se puede ver: el terror sicológico, de aquel terror que indigna por la forma en que el protagonista trata a los demás, y por la forma en que toca las fibras sensibles del alma. Si esta pelÃcula no te estremece, seguramente necesitas ayuda profesional. Si eres de la onda Grind House, ni la veas, no es para tÃ.