Es una historia que en un principio parece que no atrapará al lector, pero que lo consigue cuando se capta su espíritu. Quizá un poco "contaminada" de ensayo, aunque eso mismo la hace crecer hasta alcanzar a transmitir la pasión por el tema que hizo a Vargas Llosa entrar a él con singular entusiasmo. Vale mucho la pena sumergirse en sus 300 paginas.