Cecilia

Creo que esta segunda parte es la coronación absoluta de la primera. La música de locura para dos solo se le hace molesta a quien no lleva la música dentro de sí. En esta secuencia hay desarrollo de personaje, el Joker se despliega más allá del victimismo de la primera parte. Aquí aparece el Joker de Joaquín Phoenix, el que se ríe de los nihilistas y agresores, inclusive a costa de su propia desgracia. Si quiere disfrutar esta película, tiene que adentrarse en la psicología del personaje principal, sino le gusta o no le gustó, es que usted simplemente ha sido un espectador autónoma, cómplice de todo lo que hace miserable al mundo.

Después de las conmovedoras y excelentes adaptaciones cinematográficas anteriores, esperaba que esta versión aportara algo diferente, creativo. Sin embargo, su encuadre en el plano de lo que hoy en día, es considerado políticamente correcto, hace que pierda fuerza, que el desarrollo de personajes sea pobre. En esta remake, Jo está lejos de ser carismática, me parece más bien una chica resentida y amargada. Como si se perdiera en el afán obstinado de llevar una vida independiente, perdiendo la perspectiva de la filosofía trascendental propia de los March. Se pierde el nexo que el dolor de perder a su hermana, la llevó a revelar lo mejor de su escritura. Con esta película, no podemos ser testigos de como el personaje y la autora del libro, llegó a ser una escritora extraordinaria.

Solo propaganda Hollywoodense. Una película extremadamente melosa y predecible. Lógicamente entretiene, por eso, cumple con su cometido ideológico.