Un viaje inolvidable a las emociones de Billie Eilish.
Un álbum exquisitamente producido, con un sonido elegante, vibrante por momentos y misterioso en otros, siempre acompañado de arreglos vocales estupendos. Los temas más tranquilos evocan romanticismo, tristeza y aceptación, emocionan mucho. Los más experimentales presentan cambios de ritmo, incluso de estilo, y lo hacen con una facilidad enorme. Hay una producción muy cuidada que permite cada salto dentro de cada canción, impresionando estar escuchando otra canción dentro de la misma. Las tres últimas del álbum juegan mucho con ello y suenan aún mejor si se las considera como un sólo tema largo.
Después hay canciones mucho más inmediatas como "Birds of a feather" evocando al pop de los ochenta (True Blue de Madonna, quizás?) o la hermosa "Chihiro" con sus arreglos electrónicos que engrandecen la composición. "Lunch" que parece ser simple, pero las cuerdas y el bajo están simplemente, maravillosos. Van creando las diferentes atmósferas de la canción. Himno pop.
"L'amour de ma vie" qué decir de esta joyita? Tremenda subida al final con un vocoder tan bien utilizado. Dance y electrónica al servicio de la letra exorcizando el final de una relación.
Qué discazo se han mandado en esta oportunidad Billie y Finneas. No duden en escucharlo, en disfrutarlo y si es con auriculares, mucho mejor. Una auténtica maravilla.