Una pelÃcula que se desarrolla de manera solemne en la narrativa de una fragilidad del ser humano y en especÃfico de la adolescencia que es realmente hermosa. Abre espacio a un fluir de sentimientos que suelen ser ajenos a personajes masculinos en el cine: la posibilidad de crear lazos afectivos Ãntimos y profundos sin necesidad de que estos sean hasta un cierto punto sexualizados. Relaciones que se sienten ligeras, fáciles, sin expectativas, fuertes, y al mismo tiempo tan frágiles.
Los personajes masculinos se revelan sensibles sin volverse melosos. Los femeninos, en cambio, se vuelven pilares de fortaleza que permiten con empatÃa que estas relaciones se logren con tanta naturalidad que reconoce los sentimientos humanos como independientes de una idea históricamente interpretada como caracterÃstica de un solo género: el de las mujeres.
FotografÃa honestamente impecable, muy Ãntima de nuestra relación con los personajes.